El otro dia estaba leyendo un periódico en su edición online y me llamó la atención el titular: “El 80% de los milmillonarios son emprendedores de origen humilde”. Creo que este titular merece algún que otro comentario.
En siglos pasados, concretamente en todos las fechas anteriores a la Revolución Industrial, las fortunas se heredaban. Eso, en si mismo, no es malo. Lo que era malo es que nadie que no heredara riqueza pudiera ser rico. Cualquier ilusión de un comerciante de la Edad Media de hacer algo de dinero era casi un alarde de fe más que un análisis real de posibilidades de crecimiento.
El caso es que con la llegada del capitalismo los emprendedores fueron capaces de crear negocios rentables, muy rentables. La economía era algo más que la subsistencia. La gente quería trabajar después de las crisis, se formularon las primeras teorías empresariales y el trabajo tenía recompensa.
Algunos ejemplos de este enriquecimiento trabajado y, por tanto, merecido son:
Bill Gates y el Windows
El fundador de Microsoft. Los inicios de Gates fueron en un garaje con sus colegas. Pero tuvo vista y, sobretodo, tuvo la habilidad para transformar la informática personal mediante un sistema operativo, el Windows, fácil de utilizar y compatible. Tuvo una buena idea y supo llevarla a la práctica.
Ingvar Kamprad y los muebles montables y baratos
Ingvar Kamprad y los muebles montables y baratos
El dueño de IKEA era hijo de granjero. Empezó vendiendo cerillas y fue creciendo en el negocio pasando a vender pescado, lápices o decoración para los árboles de Navidad. Cuando aprobó el curso su padre le dio un dinero con el que fundo IKEA. Ya sabeis a lo que se dedica hoy en dia.
Amancio Ortega, Zaraman
Con 17 años, trabajó en una mercería de La Coruña. En 1963 pidió un préstamo para montar su propia empresa textil: GOA, dedicada en origen a fabricar las batas de guatiné, que hacían furor en los años 60. Doce años después abrió su primer Zara en su ciudad de adopción. A partir de ahí el negocio fue creciendo como la espuma en lo que se dio en llamar Zaravolución. Hoy, casi medio siglo después, la heredera de GOA, Inditex, da empleo a 90.000 personas en todo el mundo.
Con estos ejemplos y muchos más que hay se puede decir que con trabajo y la voluntad suficiente se pueden amasar grandes fortunas. No es fácil porque en el camino hay muchos obstáculos pero hay que perseverancia y mucha visión de futuro.
Yo quiero ser así. No digo trabajador, digo millonario.
Amancio Ortega, Zaraman
Con 17 años, trabajó en una mercería de La Coruña. En 1963 pidió un préstamo para montar su propia empresa textil: GOA, dedicada en origen a fabricar las batas de guatiné, que hacían furor en los años 60. Doce años después abrió su primer Zara en su ciudad de adopción. A partir de ahí el negocio fue creciendo como la espuma en lo que se dio en llamar Zaravolución. Hoy, casi medio siglo después, la heredera de GOA, Inditex, da empleo a 90.000 personas en todo el mundo.
Con estos ejemplos y muchos más que hay se puede decir que con trabajo y la voluntad suficiente se pueden amasar grandes fortunas. No es fácil porque en el camino hay muchos obstáculos pero hay que perseverancia y mucha visión de futuro.
Yo quiero ser así. No digo trabajador, digo millonario.
Solo con perseverencia y visión de futuro ?? podemos intentarlo ...
ResponderEliminarHazlo. A lo mejor te llevas una sorpresa y cambia tu vida a mejor. El artículo habla de un porcentaje que no tiene nada que ver con el porcentaje de individuos que intento ser millonario. Seguro que en ese caso el dato es mucho más bajo.
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