LA LUZ VUELVE A SUBIR

¿Pero qué está pasando? De nuevo va a subir la factura de la luz en abril. Una vez más, cuando echemos mano al bolsillo para sacar 20 euros encontraremos solo 10 porque nuestro coste vital sube.

Las gasolinas y gasóleos subieron hace poco, creo que ya nos hemos dado cuenta. Curiosamente, o no, el consumo de carburantes ha descendido este año con respecto al año anterior. La necesidad de usarlos es la misma que el año pasado pero puede que la economía de cada hogar obligue a utilizar transportes públicos, compartir coches y buscar las artimañas para ahorrar un dinerillo en la partida de carburantes de nuestro hogareño plan contable.

Pues en el mes de abril le toca a la electricidad. Se estima que subirá entre un 5% y un 8%, haced el cálculo en euros. Ya nos estamos acostumbrando a las continuas subidas pero debería tocar techo en algún momento. El problema de España con la electricidad es que la poca que produce la vende a otros países y cuando la necesitamos la pagamos cara, a veces a los países a los que la hemos vendido. Pronto tendremos que hacer un pequeño estudio interno en nuestra casa sobre rentabilidades de suministros. Ya muchos se plantean si es mejor utilizar las vitrocerámicas eléctricas o las de gas. Es posible que, en no mucho tiempo, volvamos al quinqué debido al coste eléctrico.  Tal  vez el uso de las velas vuelva como algo más que una moda bohemia llevada al extremo.

Modos de ahorrar hay muchos. No creo que haga falta grandes explicaciones: encender y apagar luces cuando sea necesario, las funciones de descongelado de los microondas, los stand-by´s… Al hilo de los stand-by’s hay que decir que cada día es más difícil acabar con ellos. La última moda es que las teles que se fabrican siempre tengan el modo stand by a no ser que soltemos el enchufe de la pared. Vaya… encima no nos ayudan a ahorrar. Mucha clase A+ pero nada de nada, con el stand by todo el día.

Sea como sea, nuestra cuenta de resultados privada tiene una subida en el gasto mientras que el ingreso, con suerte, se mantiene. No queda más remedio que seguir trabajando en el gasto y aplicando esos “recortes” tan desagradables porque no tenemos otra manera de dar beneficio.