martes, 26 de julio de 2011

EL ARTE DEL BONSAI

Hola a todos, ya hacía tiempo que no escribía nada pero es que me falta tiempo para casi todo. Hoy os voy a hablar de mi nuevo hobby: los bonsáis.  Seguramente a más de uno le aburra el tema pero me apetece contaros en que me he metido.


Un bonsái significa árbol en una bandeja.  Los bonsáis naturales no existen así que todos son fruto del trabajo del cuidador. Yo estoy empezando en este mundillo así que tengo unos cuantos arbolitos para entrenar y poco a poco ir consiguiendo mejores árboles.  Actualmente, mi pequeña colección consta de tres olmos, dos granados enanos, un roble, un boj, un pino, un naranjo, un naranjo amargo, un ficus ginseng y un arce. Además, he sacado un cerezo de semilla que tendrá 4 centímetros de altura con lo que tiene mucho camino por delante.
Los bonsáis es un hobby que requiere cierta dedicación diaria. Para empezar la mayoría de los arbolitos necesitan riego diario así que todos los días cojo mi aspersor de mano y les doy una pasadita. El riego es el cuidado básico de un bonsái y de cualquier planta pero además hay que conocer ciertas técnicas de cultivo indispensables en este arte. Hay que decir que en los bonsáis más que en ninguna otra cosa se hace bueno el dicho “todo a su tiempo”. Y es que según el tipo de árbol del que hablemos tenemos unos intervalos temporales para trabajar en ellos cada una de las técnicas.
La poda consiste en recortar o cortar las ramas para ir consiguiendo que el árbol llegue a la forma deseada. Una poda particular y muy importante es el pinzado que consiste en cortar las ramas jóvenes a pares de hojas para favorecer la frondosidad.
El trasplante se debe realizar como norma cada dos años y en el mismo se deben recortar las raíces para equilibrar el arbolito.
El alambrado consiste en llevar las ramas del árbol a la forma que deseemos ayudándonos de alambres que se mantendrán durante un tiempo en la planta hasta que se consiga la forma deseada.
El defoliado se realiza para renovar el follaje del árbol y conseguir hojas más pequeñas además de para ver la estructura del árbol y podar lo necesario.
El abonado es fundamental y la composición de los abonos también. Unos favorecen más el crecimiento de las hojas, otros de las raíces, otros del tronco…
Pero es que además, para todo hay herramientas especialmente diseñadas, macetas con formas y colores muy diversos, sustratos específicos para los bonsáis mezcla de tierras volcánicas, etc,etc. Hay que cuidar los arbolitos y para ello se usan pastas cicatrizantes, hormonas enraizantes, fungicidas, invernaderos y otras cosillas para mejorar el crecimiento sano de nuestros nuevos “hijos”. Casi lo son, necesitan que se les cuide y que se haga bien para conseguir tener una buena pieza dentro de algunos años.
Hasta aquí todo puede parecer un trabajo de jardinería normal pero creedme que no lo es. Cuando se tiene cierta experiencia se trabajan las proporciones del árbol en base a reglas armónicas japonesas, se experimenta con otras técnicas(injertos, acodos…), se trabaja en diseños diferentes, bosques o arboles sobre roca.
Yo acabo de empezar y periódicamente os iré colgando fotos de mis arbolitos para que veáis la evolución. Y ahora os dejo que tengo que regar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario