El español ante los problemas

No lo entiendo. Siempre hacemos lo mismo ante los problemas. Es una verdadera lástima, pero así es.

Este artículo me ha venido a la mente de repente. Seguramente sea bastante polémico porque nadie querrá ser realista. Me he puesto a pensar, por un momento, qué es lo que estamos haciendo cada uno de nosotros para superar los momento en los que aparecen problemas. De verdad, haceros la pregunta hacia adentro. ¿Qué estoy haciendo yo para salir adelante? Creo que hay dos respuestas que son las más repetidas. La primera es NADA, y la segunda es QUEJARME. En realidad no sé cual es peor. En el fondo las dos son lo mismo pero en una de ellas hay victimismo y consuelo en culpabilizar a otros.

Lo más normal es decir que la culpa es de los demás. Ya sabéis, los bancos, los políticos, los inmigrantes, las empresas… Al final me da un poco igual lo se conteste. “Es que los bancos son unos ladrones porque quieren que paguemos las hipotecas cuando no tenemos dinero para pagarlas, y encima, se quedan nuestras casas”. Que malos son los bancos. Imaginemos que tenemos un amigo que nos pide que le dejemos 100.000 euros para comprar una casa. Entonces nuestro amigo dice que nos lo deja pero que a cambio le tenemos que pagar un poquito más por dejarnos el dinero. Nosotros le decimos que vale, que se lo dejamos. Pasados unos años en los que nuestro amigo nos iba devolviendo el dinero que le dejamos, deja un día de pagarnos. Resulta que no puede pagar porque ha estado viviendo a tope  sin ahorrar nada y ahora está sin trabajo y prefiere dar de comer a sus hijos(cosa muy normal). ¿Qué hacemos? Opción a: le decimos que nos dé su casa porque nos debe 80.000 euros, Opción b: se lo perdonamos porque es un buen amigo. Contestad! Sed sinceros. No vale empezar la respuesta por un “Es que…”

Imaginemos otra situación. Imagínate que eres ingeniero de minas. Has estudiado para eso. Pero resulta que no hay minas en España y no sabes idiomas para irte fuera a conseguir tu vocación profesional, además llevas dos años parado y te comen las deudas. Y entonces empezamos… “es que la educación en España no enseña idiomas…”” es que no entiendo porque no hay más minas en España…””Es que no quiero trabajar de otra cosa que no sea para la que he estudiado…” Por favor, seamos justos y devolvamos las preguntas. ¿Qué has hecho para hablar algún idioma?¿Por qué no puedes trabajar cavando zanjas?(Que deshonor…) Venga hombre! Y luego encima nos quejamos de vienen los inmigrantes y nos quitan el trabajo. Pero si no queremos hacer los trabajos que ellos hacen.

¿Y todo esto a que viene? Os preguntareis… Es que no hago más que oír como unos y otros culpabilizan a los demás. Pero es que creo que es la cultura española. Somos inconformistas, mucho, pero solo de palabra. No ponemos remedio a nuestras quejas. Manifestarse, despotricar, culpabilizar; eso no es poner solución. Queremos que nos lo den hecho, somos muy cómodos. “Es que no hay trabajo”, pero, ¿lo has buscado? “Si pero es que de lo mio no hay nada”. ¿De lo tuyo?¿y de lo demás?”¿Qué quieres que trabaje de camarero?¿de reponedor?” SI! Trabaja! Coge las riendas!

Hoy me he levantado indignado, pero no de los que se sientan en plazas con pancartas esperando a que algo ocurra y creyéndose los grandes resolutores de los problemas del universo. Estoy indignado con nuestra actitud pasiva ante los problemas. Somos un país de pusilánimes, insisto en que me incluyo porque es nuestra cultura. Somos así de lloricas! Seguramente que algunos penséis que eso es porque no tengo problemas. Todos tenemos problemas y todos nos quejamos por ellos esperando a que se solucionen solos. A veces la solución es fácil, y otras veces, es muy difícil o no hay solución.

Resumiendo y volviendo al principio. Haceros la pregunta:

¿Qué estoy haciendo yo para arreglar (mi problema) aparte de culpabilizar a otros?